Terranova parte de la sobriedad de la piedra, pero no se limita a reproducirla: la reinterpreta como símbolo de lo primitivo y lo esencial, evocando arquitecturas megalíticas y muros que han resistido siglos. Sus matices cromáticos y detalles sutiles confieren a cada pieza una presencia singular, como si conservara la memoria de un origen remoto. La colección conecta con la fuerza serena de lo ancestral y la proyecta en clave contemporánea. Terranova es materia en estado puro, un recurso arquitectónico que dota a los espacios de un carácter auténtico, sólido y lleno de significado cultural.